La gripe es una infección vírica que afecta al sistema respiratorio y se contagia con mucha facilidad. Generalmente, es más común en la estación invernal.
Los niños pequeños menores de 2 años son más propensos a sufrir su contagio y sus consecuencias al no tener el sistema inmunológico totalmente desarrollado, de ahí la importancia de la prevención frente a ella.
¿QUÉ MEDIDAS DE PREVENCIÓN PODEMOS ADOPTAR ?
Los más pequeños se llevan todo a la boca, por eso el riesgo de contagio es mayor. Recomendamos las siguientes medidas:
- Lavar las manitas del bebé antes de amamantarlo. Hacer esto con frecuencia.
- No permitir que compartan con otros niños sus mordedores, juguetes o artículos que se lleven a la boca con frecuencia.
- Lavar con agua y jabón estos juguetes con frecuencia. Existen en el mercado también productos antibacterianos para poder desinfectar algunos objetos.
- No permitir que los mayores se lleven a la boca objetos del bebé; chupetes, tetinas, cucharas, etc.
- Aunque el bebé esté enfermo, es recomendable que siga tomando pecho.
¿Y SI MAMÁ ESTÁ ENFERMA?
- Debe continuar dándole el pecho a su bebé, puesto que amamantarlo no es medio de contagio.
- Se debe lavar las manos antes de amamantarlo y cada vez que vaya a coger al bebé.
- Es adecuado que utilice mascarilla cuando se tenga en el regazo, ya que su cercanía con las vías respiratorias del bebé están muy cerca y existe riesgo de contagio por posibles estornudos.
¿QUÉ MEDIDAS TOMAR EN CASA?
Como el virus de la gripe se contagia por aire y contacto, hay que intentar tener cuidado con los objetos que se comparten con los más pequeños.
- Usar pañuelos de papel desechables para taparnos la boca ante los estornudos y la tos. Así evitamos, trasmitir el virus a través de nuestras maños.
- Tirar estos pañuelos a un cubo de basura cerrado.
- Lavarse bien las manos y con mayor frecuencia, teniendo especial cuidado con las palmas de las manos, el dorso y la zona de las uñas.